Una carta para los que crecieron con buen chocolate
No es solo nostalgia. Es que el chocolate ha cambiado. Pero tú no tienes que conformarte.
Hola,
Esto es para ti, que creciste con una taza de chocolate caliente en las mañanas frías, para ti que recuerdas cómo olía la cocina cuando lo preparaban en casa… y que hoy, al probar lo que venden como "chocolate", sabes que algo falta.
¿Dónde quedó ese sabor que disfrutabas, que sabía a cacao real, a canela natural, a sobremesa, a familia?
Lo entendemos.
Con el tiempo, muchas marcas cambiaron: menos cacao, más azúcar, más químicos. Pero nosotros decidimos no hacerlo.
En Rey Amargo seguimos haciendo el chocolate como en 1939: con cacao mexicano molido en piedra, azúcar y canela.
Nada más. Nada menos.
Y sí, se nota.
¿Recuerdas que…?
Antes del siglo XX, el chocolate de mesa en México no se vendía en cajas coloridas ni llevaba saborizantes. Se compraban los ingredientes a granel, se molía en casa o en molino, y contenía hasta 50% cacao o más.
Así empezó todo. Así lo seguimos haciendo.